Hipólito CAMPOS DELGADO

A este panadero canario afiliado a la CNT, casado con Isabel Piñero y padre de cinco niñas, aunque solo tres sobrevivieron al parto, el golpe de Estado fallido del 18 de julio de 1936 le sorprendió en su localidad natal. Presuntamente denunciado por un vecino, quien habría señalado su vinculación con la federación anarquista, fuerzas rebeldes fueron a buscar a Miguel a su casa. No estaba allí. Pero encontraron a Isabel, a su hermana, a una joven amiga de la familia y a Teresa, hija de la pareja, que en ese momento apenas tenía un mes de vida. Arrestadas, Isabel, su hermana y Teresa fueron enviadas a un centro de de- tención en San Sebastián. De nada había servido que el canario se enregase al enterarse de la detención. Internado en la prisión de Fyffes, Campos pasó más de dos años entre rejas hasta que en 1938 fue trasladado al Marruecos español e incorporado al 180º Batallón de Trabajadores. Evadido de dicha unidad meses más tarde, alcanzó el África del Norte Francesa. En concreto, se instaló en Mocta Douz, población situada a escasos kilómetros de la actual Mohammadia (Perregaux durante el periodo de colonización) en la provincia de Mascara (Argelia), donde permaneció hasta que el 16 de junio de 1940 se alistó, por la duración de la guerra, en la LE. Sin embarog, su concurso en dicho cuerpo resultó breve, ya que fue desmovilizado en octubre e incorporado a la 5ª compañía del 8º Regimiento de Trabajadores Extranjeros con sede en Colomb-Béchar. En noviembre de 1940, los trabajadores extranjeros de dicho regi- miento fueron redistribuidos en trece GTE. Pero el paso de Campos por estos grupos de trabajadores resultó breve, ya que en la navidad de 1940 quedó liberado, iniciando así un paréntesis de vida civil marcado por una nueva reclusión, esta vez en el campo de Bou-Arfa, hasta que el 1 de diciembre de 1942 se alistó en los CFA. En un principio puesto a disposición del batallón de refuerzo número cinco, Campos fue más tarde transferido a la novena compañía del tercer batallón. Enviado a Tikjda y ascendido a cabo, tomó parte activa en las campañas de reclutamiento de voluntarios españoles ya descritas junto a Putz, Van Baumberghen y Buiza.