Al explorar los itinerarios de vida del grupo de voluntarios que formaron parte de la Nueve, han sido muchas las personas e instituciones que han hecho posible este proyecto. Asociaciones, familiares, conservadores y profesionales de horizontes muy diversos a los que queremos agradecer aquí públicamente su generosidad y compromiso.

En primer lugar al Gobierno de Aragón, y en concreto a los directores generales Marisancho Menjón (Patrimonio Cultural) y Víctor Lucea (Cultura) y sus respectivos equipos. En segundo lugar al personal de los archivos consultados en Francia, Gran Bretaña, Países Bajos y España. A los historiadores Robert Coale y Carmen Góngora por sus correcciones y consejos. A Pierre Van Langhenhove por compartir su pasión y conocimiento, y a los miembros de la Asociación histórico-cultural «Los cosacos de la Nueve» por su solidaridad desde el principio. Por último, mención especial merecen Luis Royo, Rafael Gómez, Manuel Fernández y Francisco Bernal, todos ellos protagonistas de un periodo excepcional de la historia, que tuvieron a bien compartir conmigo sus recuerdos antes de marcharse para siempre.

A ellos, a todos los miembros de la compañía, y sus familiares, está dedicado este trabajo.