Daniel HERNANDEZ

Emigrado económico en Argel, Daniel trabajó desde niño como pescador junto a su padre, primero en las costas de Almería y más tarde en las de Orán, donde vivía un hermano de su padre, también pescador. No en vano, a Daniel Hernández el estallido de Guerra Civil española le sorprendió en Orán, donde, con doce años, ayudaba a su padre a ganarse la vida como pescadores de fortuna. Toda la familia había emigrado a Argel en 1930, dado que su padre, marino y mecánico, buen conocedor del litoral mediterráneo y las costas norteafricanas, quiso que la familia cambiase de vida ante la miseria que reinaba en Andalucía. Trasladados a Orán un año más tarde, lugar donde residía uno de los tíos de Daniel, padre, hijo y tío trabajaron como pescadores hasta que a comienzos de noviembre de 1942 dio inicio la Operación Antorcha: el desembarco anglo-americano en las costas norteafricanas. Pese a que Hernández apunta en varias entrevistas haberse unido a las fuerzas norteamericanas en este momento, lo cierto es que, tal y como lo confirma su expediente militar, permaneció en Orán un mes más hasta que el 16 de diciembre de 1942 se incorporó a los recién formados CFA, tenía diecisiete años. Puesto a disposición del depósito de tropas que el CFA tenía en Orán, tras persuadirse de su condición de menor de edad, las autoridades militares francesas lo entregaron a sus padres el día 20 de enero de 1943. Y, ahora sí, ya como mayor de edad, logró integrarse en un regimiento de infantería norteamericano cuyos soldados eran en su mayoría de habla hispana. Junto a su primo, también enrolado en el ejército estadounidense, fue- ron formados de urgencia y participaron en la campaña de Túnez. Regresado a Argel tras abandonar las tropas estadounidenses al término de la campaña de Túnez, el 29 de mayo de 1943, Hernán- dez formalizó en Orán un nuevo alistamiento en los CFA. Le asigna- ron el número de matrícula 10.375, el mismo que le fuera atribuido el 16 de diciembre del año anterior cuando intentó enrolarse siendo menor. Incorporado a la unidad franca, tras varias semanas en el de- pósito, fue puesto a disposición del tercer batallón que comandaba Putz, a quien siguió también en su camino hacia las FFL a finales de julio de ese mismo año. Condecorado con la Cruz de Guerra 39/45 y la medalla de las FFL.