Luis ROYO-IBAÑEZ

Militante de Izquierda Republicana. Declarado desertor en la posguerra mundial a cosnecuencia de su abandono de las filas de la LE para alistarse en los CFA en 1943. Zapatero, soldado de la República y refugiado en Francia, Luis Royo Ibáñez era hijo de emigrantes económicos aragoneses en Barcelona. Estudiante y aprendiz en el negocio familiar que sus padres regentaban en el casco antiguo de la ciudad condal, fue llamado a filas en abril de 1938 junto a su quinta: la del biberón. Incorporado al Servicio de Información Militar (SIM) en Balaguer, Royo completó la batalla del Ebro junto a su unidad, reemplazando a las Brigadas Internacionales en la defensa de Tortosa. Pero con la batalla del Ebro finalizada y roto el frente republicano, Royo huyó desde Tortosa hacia el Ampurdán, comenzando allí su viaje a pie hasta los Pirineos, los cuales atravesó en los primeros días de febrero de 1939 por el Col d'Ares. Ya en Francia, Royo permaneció más de seis meses encerrado en diferentes campos franceses, hasta que unos familiares lo reclamaron y acogieron. En libertad trabajó como jornalero en el campo francés. Sin embargo, tras la declaración de guerra de septiembre de 1939, fue de nuevo internado, esta vez en Adge, lugar que abandonó tras alistarse por cinco años en la Legión indicando ser labrador. Trasladado a Sidi Bel Abbès, completó su ins- trucción y fue destinado a una compañía de ametralladoras, en la que sirvió en cocinas. Trasladado a Fez tras haber sido acusado de robo, también allí sirvió en las cocinas hasta que su compañía fue movili- zada tras el desembarco angloamericano de noviembre de 1942. In- tegrado en un grupo de artillería, aprendió a conducir camiones en el desierto, donde «había mucho espacio para aprender»; oficio en el que se especializó y que declaró al formalizar su alistamiento en las FFL e incorporarse a la Nueve, donde sirvió a los mandos del HT «Madrid» número 410.655